ECOS DE FAMILIA

El Colegio Don Bosco vence las adversidades dando un tono de normalidad a las actividades que se desarrollaron a lo largo del curso en el colegio.

Empezó este curso 2020-2021 con incertidumbre. Hubo gente que creía que no tardarían mucho en confinarnos otra vez al volver los niños y niñas al colegio. Mas desde el primer momento el colegio desarrolló una serie de actuaciones encaminadas a que nuestra convivencia fuese cordial y segura.

Nada más llegar nos encontramos con una serie de indicaciones protocolarias que limitaron cada una de las acciones cotidianas del alumnado, profesorado y demás colectivos del centro. Desde las entradas y salidas escalonadas hasta los circuitos marcados para que nadie se cruzase y así poder mantener las distancias de seguridad, quedaba por ver como podríamos llevar adelante las distintas actividades que le dan vida y marcan el carisma de esta nuestra casa salesiana.

Uno de los primeros desafíos fue el Samaín y la Navidad. Teníamos por delante una organización distinta. Los parámetros fundamentales de nuestras fiestas y la seguridad tenían que ir dela mano. No hay más que decir que el ingenio fue el factor que ayudó a que todas nuestras ilusiones festivas se realizasen de una manera distinta, pero no distante (por mucho que tuviéramos que recurrir a medios digitales en línea….). Aprendimos más sobre cuestiones etnográficas que tenían que ver con nuestra fiesta de los difuntos y disfrutamos de las actuaciones, esta vez grabadas, de las compañeras y compañeros que hicieron nuestras delicias en un festival de Navidad bajo buen recaudo para evitar males mayores.

Que nadie piense que hacer de manera diferente estos días provocó una bajada en la intensidad de los mismos. Muy por el contrario, la complicación inicial provocó una solidaridad colectiva que sirvió para aprender todos que ante las dificultades hay que tirar de la fuerza e ilusión colectiva. A nosostros nos funcionó…

A la vuelta de vacaciones ya estábamos pensando en la festividad de Don Bosco, junto a la de María Auxiliadora, la más importante del curso. El equipo encargado demostró tener una capacidad enorme para volver a dar brillo a la figura de nuestro fundador que, con limitaciones y precauciones, no dejó de ser el Santo de la Alegría que tan bien describió el Papa Francisco.

En Carnaval hubo amago de disfraces e ningún dulce por culpa del protocolo COVID, pero impregnamos el cole de la alegría de Don Carnal en espera de una Cuaresma que fue muy bien descrita y divulgada en los Buenos Días que el Equipo de Pastoral nos facilitó a todos. No podemos olvidar que, en un momento de extrema precaución, en la búsqueda de alternativas que mantengan el fuego encendido, las personas encargadas de nuestra Radio Bosco hicieron las delicias de todos creando contenidos y programas para apoyar acertadamente todas nuestras actuaciones.

La Semana del Libro y el homenaje a Xela Arias fue más audiovisual. Emanaron en estos días vídeos en los que participaron alumnos, profesores… acercamos información sobre esta nuestra autora viguesa que sirvió para reivindicarla muy justamente por todos los méritos conseguidos.

Y ya acabando el curso que decir de la presencia de Maín y María Auxiliadora. “A ti te las confío”, fue el encargo personal y espiritual que la Madre de todos le hizo a la fundadora de las salesianas. Con esa premisa seguimos adelante, haciendo un mundo mejor, sin encogernos ante las adversidades e incluso procurando sacar lo mejor de nosotros mismos para demostrar que el espíritu salesiano, carismático y evangelizador, da vía a que muchos chicos y chicas puedan formarse, hacerse personas con un punto importante de alegría que los harán mejores en el futuro.

Demostrado queda. Las Hillas de María Auxiliadora, en cualquiera de los proyectos en los que se imbúyan, están y estarán siempre presentes.

 

(Pincha en la siguiente imagen para ver la presentación)