Lema

¿A quién le dejarías las llaves de tu casa?

Seguro que estás pensando, ¡qué forma más rara de iniciar la presentación del lema pastoral de este curso! ¿A qué viene esta pregunta? Obviamente la respuesta puede ser, a alguien en quien confíe porque las llaves de mi casa no se las doy a cualquiera.

El lema pastoral que nos acompañará este curso 25-26 es “Confía”, el mismo del curso pasado, pero… ¡trae novedades!

Como el curso pasado, la confianza es esa actitud de vida, ese modo de amar, que no solo me implica a mí o a ti, sino también a los demás y a Dios. Por eso te seguimos invitando a:

Confiar en ti, en tus capacidades, en todo lo que de bondad, de amor, de buena persona llevas dentro y que Dios ha puesto en tu corazón. Estás llamado a descubrir y poner todo lo que eres al servicio de los demás.

Confiar en el otro, en el que vive a tu lado y en el que no está tan cerca. También Dios ha puesto en su corazón bondad, ternura, amor, perdón… También, al igual que tú, tiene que descubrir el tesoro que es y juntos podéis hacerlo, abriendo los candados que impiden que el mundo sea más humano y justo y, en definitiva, mejor.

Confiar en Dios, porque Él confía en ti, tiene un sueño para ti y espera acompañarte en el descubrimiento de cual es la llave que te lleva a la felicidad.

Y, me dirás, pues más de lo mismo. ¿Dónde está la novedad?

La novedad está en el gesto que acompaña al lema de este curso. Y aquí es donde enlazo con la pregunta que te hice al comenzar la presentación.

Dándole vueltas al lema pensamos, ¡no hay mayor gesto de confianza que dejar las llaves de tu casa a alguien! Ese gesto que es sencillo y que hacemos con familia y amigos implica creer, tener fe en el otro, al que dejo entrar y con el que puedo compartir la vida. Además, las llaves pueden ser las de mi casa o las de mi vida y eso sí que es un gesto enorme de confianza porque mi corazón, el corazón de todos es un lugar sagrado en el que me encuentro conmigo, con los demás y con Dios y para entregar esa llave hay que tener fe, mucha fe, amar y sentirse amado, confiar en que el otro me acoge, me valora y me respeta.

Así que nos pusimos manos a la obra y decidimos crear una imagen que expresara ese gesto de confianza. Unas manos que entregan las llaves al otro, las llaves que abren casas, corazones, historias, candados…

¿A qué ahora ya le vas encontrando la relación?

Este curso te invitamos de modo especial, a buscar y encontrar llaves, a abrir candados, y a Confiar en Jesús y María porque con ellos podemos soñar y construir un mundo más humano, en paz, desde el respeto y la solidaridad.

Hay otra novedad, la Palabra de Dios que será luz para nuestro camino:

“NO TEMAS, BASTA QUE TENGAS FE” (Mc 5,36)

Es una frase cogida del fragmento que narra la curación de la hija de Jairo; en él Jesús solo le pide a Jairo que tenga fe, y le asegura que si es así su hija curará.
El Señor a cada uno de nosotros, igual que a Jairo, solo nos pide que tengamos fe para que su amor y su fuerza pueda volver del revés nuestros momentos de debilidad, egoísmo, rencor, violencia… porque con Él no tenemos nada que temer.

Así que, como terminaba el curso pasado… ¡CONFÍA! Porque Él es la llave que da sentido a tu historia, a nuestra historia.